miércoles, 31 de octubre de 2012

LUGARES FRECUENTADOS POR LOS ESPÍRITUS


EL LIBRO DE LAS FACULTADES –XIII-

Autor: Allan Kardec
Versión castellana: Giuseppe Isgró C.

Capítulo XIII

LUGARES
FRECUENTADOS POR LOS ESPÍRITUS

Las manifestaciones espontáneas que se han producido en todas las épocas, y la persistencia de algún Espíritu en dar evidencias de su presencia, en alguna localidad, son la fuente de la creencia en los lugares frecuentados por los espíritus. Las siguientes respuestas han sido dadas a las preguntas que sobre este argumento les han sido formuladas:
          I.   Los Espíritus se apegan a las personas; lo hacen, también, con las cosas?
-“Según su elevación. Algunos Espíritus pueden apegarse a los objetos terrestres; los avaros, por ejemplo, que han escondido sus tesoros y que no están muy desmaterializados, pueden, aún, vigilarlos y custodiarlos.”.
        II.   Tienen, los Espíritus desencarnados algunos lugares de predilección?
-“Esto se rige, también, por el mismo principio. Los Espíritus  que no están apegados más a la tierra van en los lugares donde encuentran amor; ellos son  atraídos por las personas más que por los objetos materiales; todavía, los hay que pueden, momentáneamente, tener preferencia por determinados lugares, pero son siempre Espíritus inferiores”.
     III.   Dado que el apego de los Espíritus a una localidad es un signo de inferioridad, es ésta, también, una prueba de que son espíritus malos?
-“No, ciertamente; un Espíritu puede estar poco adelantado sin que por esto sea malo; no sucede, también, la misma cosa entre los seres humanos?”-.
       IV.   La creencia de que los Espíritus frecuentan, de preferencia, las ruinas, tiene algún fundamento?
-“No. Los Espíritus van en esos lugares al igual que lo hacen en cualquier otro; pero la imaginación es afectada por el lúgubre aspecto de determinados lugares, y atribuye a su presencia lo que, con frecuencia no es más que un efecto naturalísimo. Cuantas veces el temor no ha hecho tomar la sombra de un árbol por un fantasma, el grito de un animal, o la ráfaga del viento por las voces de los Espíritus! Los Espíritus aman la presencia de la gente, por lo tanto, buscarán, preferiblemente, los lugares habitados más que aquellos aislados”-.


-Todavía, estando a cuanto nosotros sabemos en torno a la diferencia de carácter de los Espíritus, los debe haber misántropos, que pueden preferir la soledad.
-“Precisamente por esto no he respondido a la cuestión de una manera absoluta; he dicho que ellos pueden ir a los lugares desérticos como en todas partes, y es evidente que aquellos que se mantienen aislados, lo hacen porque esto es de su agrado; pero no es una razón para deducir que las ruinas sean necesariamente los lugares de su predilección; y de hecho los hay, ciertamente, en mayor cantidad en las ciudades y en los edificios que no en el fondo de las selvas”-.
V. Las creencias populares tienen, en general, un fondo de verdad; cuál puede ser el origen de la de los lugares frecuentados por los Espíritus?
-“El fondo de la verdad es la manifestación de los Espíritus a la cual el ser humano creyó en cada tiempo por instinto; pero como ya os dije, el aspecto de los lugares lúgubres afecta su imaginación, y os coloca, naturalmente, los seres que él considera como sobrenaturales. Esta supersticiosa creencia es nutrida por los relatos fantásticos en los cuales se desarrolló su infancia”-.
VI. Los Espíritus que se reúnen tienen, para hacer esto, días u horas de su preferencia?
-“No; los días y las horas son medidas del tiempo de uso humano y para la vida corpórea, pero de ello los Espíritus no tienen necesidad y no se ocupan”-.


VII. Cuál es el origen de la idea de que los Espíritus vengan, con preferencia, durante la noche?
-“La impresión producida sobre la imaginación por el silencio y la oscuridad. Todas estas creencias son supersticiones que el conocimiento razonado del Espiritismo debe destruir. Lo mismo se dice de los días y de las horas que se cree sean los más propicios; creed, por lo tanto, que la influencia de la medianoche no ha existido mas que en las fabulas”.
-Si es así, por qué, entonces, ciertos Espíritus anuncian su llegada y sus manifestaciones para aquella hora, o en días determinados, como el viernes, por ejemplo?
-“Se trata de Espíritus que se aprovechan de la credulidad y se divierten. Por la misma razón, hay algunos que afirman ser el diablo y se asignan nombres infernales. Mostradles que vosotros no sois sus juguetes y ellos no regresarán más”-.
VIII. Los Espíritus regresan, preferiblemente, a la última morada en que se encuentra su cuerpo físico?
-“El cuerpo era solamente un vestido; no se encuentran apegados al cuerpo  que fue objeto de sus pruebas de vida más que el tenga un prisionero por sus cadenas. El recuerdo de las personas que les son queridas es la única cosa a la cual ellos atribuyen alguna importancia”.
-Las oraciones que se suelen hacer sobre sus últimas moradas físicas les resultan más gratas que las otras y les atraen más que las realizadas en otros sitios?
-“La oración a Dios es, también, una evocación que atrae a los Espíritus, vosotros lo sabéis bien. La oración tiene tanto mayor efecto cuanto ella sea fervorosa y sincera; ahora, delante a una última morada venerada el recogimiento es más profundo, y la conservación de pías reliquias es un testimonio de afecto que se otorga al Espíritu, al cual él es sensible. Siempre es el pensamiento que actúa sobre el Espíritu, y no los objetos materiales, y estos objetos tienen mayor influencia sobre aquel que ora, atrayendo su atención, más bien que sobre el Espíritu”.


IX. De cuanto hemos dicho hasta aquí, la creencia en los lugares frecuentados por los Espíritus no parecería del todo falsa?
-“Hemos dicho que ciertos Espíritus pueden ser atraídos por cosas materiales; podrían serlo, por ejemplo, por ciertos lugares en los cuales parecen elegir domicilio, hasta que cesen las circunstancias que lo determinaban”-.
-Cuáles son las circunstancias que pueden determinarlo?
-“Su simpatía por alguna de las personas que les frecuentan, y el deseo de comunicarse con ellos. Todavía, sus intenciones podrían no ser siempre muy loables; cuando se trata de Espíritus inferiores, ellos pueden querer vengarse de algunas personas de quienes tengan motivos de quejas. La permanencia en un lugar podría ser para algunos una sanción que le haya sido aplicada mientras ellos estén influidos por determinado delito en particular”.


X. Los lugares frecuentados por los Espíritus, los son siempre por antiguos habitantes de estos mismos lugares?
-“Algunas veces, pero no siempre, por cuanto si el antiguo habitante es un Espíritu elevado, no tendrá en cuenta su habitación terrestre más de cuanto la tendría por su cuerpo. Los Espíritus que frecuentan ciertos lugares, con frecuencia no tienen otro motivo más que el capricho, a menos que no sean atraídos por la simpatía por ciertas personas”.
-Pueden establecerse con la finalidad de proteger a una persona o a su familia?
-“Ciertamente, si son buenos; pero en este caso ellos no manifiestan nunca su presencia de manera desagradable”.
XI. Existe algo de verdad en la historia de la Dama Blanca?
-“Es un relato formado por miles de hechos verdaderos”.
XII. Es, quizá, razonable temer a los lugares frecuentados por los Espíritus?
-“No, los Espíritus que frecuentan determinados lugares y crean disturbios, buscan de divertirse a costa de la credulidad y de la ingenuidad más que hacer mal alguno. Por otra parte, pensad que los Espíritus están en todas partes y que, en cualquier lugar en que os encontréis, los tenéis continuamente a vuestro lado, aún en las casas más tranquilas. Parece que algunas veces frecuentan, con preferencia, determinados lugares, por cuanto encuentran la oportunidad de manifestar su presencia”.


XIII. Existe algún medio para expulsarlos?
-“Sí, pero con frecuencia lo que se hace para obtener este objetivo los atrae más en vez de alejarlos. La mejor manera para alejar a los malos Espíritus es el de atraer a los buenos. Atraed, por lo tanto, a los buenos Espíritus haciendo el mayor bien posible, y los malos se alejarán, por cuanto el bien y el mal son, entre ellos, incompatibles. Sed buenos y tendréis, únicamente, buenos Espíritus a vuestro lado”.
-Existen, no obstante esto, personas de elevadas condiciones que son objeto de la acción de los malos Espíritus?
-“Si estas personas son realmente buenas, es, quizá, una prueba para ejercitar su paciencia e inducirlos a ser, aún, mejores; pero creed, también, que aquellos que hablan continuamente de virtud, no suelen ser quienes la poseen en mayor grado. Aquel que posee algunas cualidades reales, con frecuencia las ignora él mismo, o jamás habla de ellas”.
XIV. Qué hay que creer relativamente a la eficacia del exorcismo, para alejar a los malos Espíritus de los lugares que suelen frecuentar?
-“Habéis visto que este medio haya tenido éxito con frecuencia? No visteis, por el contrario, que casi siempre, el ruido ha aumentado después de la ceremonia del exorcismo? La razón es que ellos se divierten al ser tomados por el diablo”.
-“Los Espíritus que no vienen con malas intenciones, pueden, también, manifestar su presencia con ruidos, y también hacerse visibles; pero ellos no hacen nunca ruidos fastidiosos. En general, son Espíritus que sufren, a quienes podéis aportar sosiego, orando por ellos. Otras veces son Espíritus benévolos que quieren aportaros la prueba de estar cerca de vosotros; o bien, en fin, son Espíritus ligeros que quieren bromear. Desde el momento en que aquellos que turban la quietud produciendo ruido son casi siempre Espíritus que se divierten, lo mejor que se puede hacer es reír; ellos se cansarán si observan que no logran ni asustar ni que se pierda la paciencia”. (Ver el cap. 5, Manifestaciones físicas espontáneas). 


De las explicaciones dadas hasta ahora, resulta que hay Espíritus que se apegan a determinados lugares y se ubican allí, con preferencia, pero que, aún así no tienen la necesidad de manifestar su presencia con efectos sensibles. Un lugar cualquiera puede ser el obligado o el de predilección de un Espíritu, aún de nivel inferior, sin que por eso haya habido jamás manifestación alguna.
Los Espíritus que se apegan a las localidades o a las cosas materiales, nunca son Espíritus superiores; pero sin serlo, pueden, todavía, no ser malos, y no tener ninguna intención inadecuada; algunas veces son huéspedes más útiles que nocivos, por cuanto se interesan por las personas, y pueden protegerles.